DÍAS 8 Y 9: LA CARA MÁS CÓMODA DE LA ESTEPA
- Íñigo Sarralde Alzórriz
- 7 oct 2019
- 2 Min. de lectura
🏇TERMAS DE TSENHER Y KHARAKORUM 🧺
Con el amanecer del octavo día, todos éramos consciente de que la aventura en la estepa estaba llegando a su fin. Nos quedaban por delante dos días antes de volver a la capital.
Como ya era casi costumbre, tras recoger nuestro equipaje y desayunar la comida que nos ofreció la familia nómada, nuestras fieles furgonetas nos llevaron a nuestro siguiente destino; la cascada de Tsutgalan. Ésta se ubica en el valle del río Orjón, y es producto de erupciones volcánicas.

Lo impresionante de esta catarata no es tanto su altura (alrededor de 20 m) como su contraste con el resto del entorno, presentándose como una brecha en medio de un terreno completamente llano.
Los alrededores de la catarata estaban llenos de tótems chamánicos y unas peculiares casas de madera. La función de estas últimas sigue siendo un misterio para mi.
Tras la visita a la catarata seguimos en las furgonetas algunas horas más hasta llegar a las termas de Tsenkher. Estas se encuentran en un valle rodeado de bosque y campamentos de gers, y sus aguas fluyen durante todo el año a unos 85ºC.
Aprovechamos toda la tarde para descansar; en las piscinas, dándonos un masaje o paseando por los alrededores. En unos pocos minutos se podía llegar desde el alojamiento al surgimiento de agua. Como podéis observar, las conducciones eran espectaculares 🤣

Esa noche pudimos dormir plácidamente, después de quedar completamente fundidos en los baños.
Al día siguiente nos dirigimos tranquilamente a Kharakorum, la que fuera capital del Imperio Mongol durante el s. XIII, y que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2004.
Sin embargo, lo que se puede visitar no son los restos de la ciudad en su máximo apogeo, sino los restos del s.XVI, pues los soviéticos destruyeron prácticamente todo. Lo que actualmente se visita es el templo principal de Erdene Zuu restaurado y otros menores (los restos de la antigua ciudad apenas han sido excavados)
La muralla, con un perímetro de más de 4 kilómetros y 108 estupas, rodea los restos actuales, apareciendo el interior amurallado prácticamente vacío. Cuesta imaginarse lo grande que la ciudad fue en su día.
Al acabar la visita nos dirigimos a un campamento de gers en los alrededores de la ciudad. Aprovechamos para subir a un monte cercano y ver la ciudad desde lo alto.
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